DEMOCRACIA CONTEMPORANEA

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CONTENIDO:

En esta edición del boletín encontrarás un artículo que redondea el concepto de Democracia Contemporánea a través de un recorrido histórico por algunos de los modelos más representativos, para culminar en la propuesta del modelo denominado democracia mixta.


EL MODELO DE DEMOCRACIA MIXTA DE LAS SOCIEDADES CONTEMPORÁNEAS: ENTRE LA PARTICIPACIÓN DIRECTA Y LA REPRESENTACIÓN

INTRODUCCIÓN:

El término democracia ha sido abordado por múltiples autores y disciplinas a lo largo de los años. Andrés Serra Rojas (2007) la define como un sistema, régimen político, forma de gobierno o modo de vida social en el que la población de un determinado territorio cuenta con los medios idóneos y eficaces para determinar su destino, la composición de sus órganos de gobierno fundamentales o para expresar la orientación y sustento ideológico de sus instituciones.

La democracia es un régimen político que se ha ido adaptando al paso del tiempo y en razón de las circunstancias específicas de cada Estado que la adopta. Su origen se ubica en la sociedad griega antigua; sin embargo, su expansión en los continentes americano y europeo se dio a partir de las revoluciones democrático-liberales que tuvieron lugar en Estados Unidos y Francia a finales del siglo XVIII. (Concha Cantú, 2002).


Los modelos de democracia en Grecia y durante la Ilustración

En Grecia, la democracia se llevó a cabo a través de la participación directa de los ciudadanos. Éstos, reunidos en el Ágora, revisaban y resolvían todos los asuntos político-jurídicos de la Polis. Para los ciudadanos griegos, la democracia no se limitaba a la elección de los gobernantes, sino que implicaba la responsabilidad de los ciudadanos de formar parte de la vida pública. La política se concebía como el medio a partir del cual se manisfestaba la vida colectiva en la que el gobierno y los ciudadanos coincidían por medio de las decisiones de la Asamblea del Pueblo (Medina Nuñez, 2011).

De acuerdo con Medina Nuñez (2012: 34) “el nivel de participación de los ciudadanos en Atenas en las decisiones [...] no tiene paralelo en la historia humana”. Con el paso del tiempo, el modelo de democracia directa practicado por Grecia fue cada vez más complicado de llevar a cabo, debido al crecimiento poblacional y la instauración de regímenes monárquicos (Concha Cantú, 2012).

Lo anterior, aunado a las ideas de la ilustración surgidas durante los siglos XVII y XVIII, tansformó el modelo griego de democracia directa por una democracia representativa de tipo liberal. Bajo esta concepción, se considera que la soberanía reside en el pueblo y que es éste quien la otorga a sus representantes para la toma de decisiones. En este sentido, los ciudadanos eligen a sus gobernantes en elecciones periódicas y libres por medio de una pluralidad de partidos políticos que deben tener igualdad de oportunidades para acceder al poder.


La vialidad del modelo de democracia directa en las sociedades modernas

El sistema de democracia representativo se expandió por todo el mundo. Sin embargo, en los últimos años ha ido perdiendo eficacia. Los principales factores que explican esto son: las desigualdades sociales, lo que provoca que los más favorecidos dominen los órganos de representación; la baja participación electoral, lo que produce que la mayor parte de las decisiones sean tomadas por minorías; el desconocimiento ciudadano del funcionamiento de sus órganos de gobierno; y la pérdida de confianza de la ciudadanía en las instituciones garantes de la democracia, como los partidos políticos (Paoli Bolio, 2010).

Autores como Osto Gómez (2010) consideran que los modelos de democracia directa y representativa no están enfrentados y que el segundo es producto de la imposibilidad práctica del primero. Derivado de lo anterior, múltiples autores han reflexionado sobre nuevos modelos y concepciones de democracia que atiendan las necesidades actuales y respeten las bases del sistema de gobierno. De esta forma, surge la idea de democracia mixta; como forma de conjuntar instituciones de los modelos directos y representativo.

La democracia directa y representativa se ejerce al emitir el voto. Foto cortesía PRI Guerrero


El modelo de democracia mixto: una propuesta de C.B. Macpherson y C. Pateman

Entre los autores que han propuesto un sistema de democracia mixta destaca C.B. Macpherson, quien considera que la democracia no bebe entenderse únicamente como una forma de gobierno, sino como un tipo o modelo de sociedad caracterizado por incentivar y garantizar el derecho de todos sus miembros de maximizar sus capacidades humanas (Macpherson, 1981).

En su obra, Macpherson (1981) equipara a la democracia con la participación. Así, menciona que más democracia implica mayor participación por parte de los ciudadanos en las decisiones políticas. Además, indica que el principal problema de la democracia participativa no es su funcionamiento, sino cómo llegar a ella. Establece que deben cumplirse dos requisitos: la sustitución de la imagen del hombre como consumidor y la reducción de la desigualdad social y económica.

A partir de esto, menciona que el modelo más sencillo que puede calificarse correctamente como democracia participativa es un sistema piramidal; la democracia directa se encuentra en la base y la representativa en todos los niveles encima de ella. De esta manera, se comenzaría por una democracia directa a nivel de “barrio” o empresa, en donde se formaría consenso y representación para posteriormente escalar a los niveles más altos. A la vez, considera que la existencia de partidos políticos competitivos que no traicionen sus propios modelos ideológicos ayudaría a fortalecer este modelo (Macpherson,1981).

La democracia mixta implica una mayor participación de los ciudadanos en las decisiones políticas. Foto: cortesía PRI Guerrero

Otra autora destacada que aborda el modelo de democracia mixta a partir de la concepción de democracia participativa es Carol Pateman (1970). Para ella, los individuos y sus instituciones no pueden concebirse de forma aislada el uno del otro. La existencia de instituciones representativas a nivel nacional no significa que exista democracia, sino que se requiere desarrollar actitudes individuales y cualidades psicológicas para alcanzar la máxima participación de todos los niveles de socialización.

Para Pateman, una política democrática sólo puede presentarse en una sociedad participativa. Esta última, se concibe como aquella en la que todo el sistema político se ha democratizado y la participación se presenta en todas las áreas.

Para su obra, la autora da mayor énfasis a la democracia en el ámbito laboral, particularmente en las fábricas. Señala que la participación democrática del individuo en áreas alternativas le permite comprender de mejor forma la conexión entre las esferas pública y privada (Vergara, 1988; Carol Pateman, 1970).

De esta forma, el modelo de democracia participativa tiene también un fin educativo. En la medida que una persona esté inmersa en una sociedad participativa, estará más capacitada para evaluar el desempeño de sus representantes, para tomar decisiones de carácter nacional cuando fuera el caso , y para medir el impacto que tienen en su propia vida y en su entorno las decisiones de sus representantes (Carol Patman, 1970).

En un sistema de democracia mixta los ciudadanos deliberan y decide. Foto: cortesía PRI Guerrero


Reflexiones finales

Los modelos de democracia participativa concebidos como mixtos por integrar instituciones de los modelos directo y represantivo aparecen como una reivindicación o una nueva forma de expresar la democracia directa.

Esto, ante la imposibilidad de practicarla de forma “pura” en los escenarios actuales. Las ideas de democracia de los autores revisados sirven tanto para entender la dinámica de la participación como para diseñar mecanismos y estrategias participativas que puedan implementarse en diversos Estados.

Sus ideas han funcionado como base para las teorías democráticas contemporáneas y la mejora de mecanismos de participación como la consulta popular, el plebiscito o el referendum.

A partir de la participación, la ciudadanía adquiere un papel más protágonico en la toma de decisiones y los procesos deliberativos.

Son los propios habitantes quienes deliberan y deciden, desde distintas esferas del quehacer público y privado, y por medio de los instrumentos político-jurídicos designados para ello.

A los representantes les restan las funciones de llevar a cabo lo acordado y rendir cuentas de su gestión. En la participación también se presentan elementos simbólicos, ya que permiten la expresión de sentimientos, identidades y demandas concretas.

En este modelo, los mecanismos de inclusión y participación adquieren un papel fundamental, puesto que es a través de ellos que se revaloriza y se lleva a cabo el ejercicio pleno de la ciudadanía.


Fuentes principales:

Concha Cantú, H. A. (coord.) (2012). Sistema representativo y democracia semidirecta. Memoria del VII Congreso Iberoamericano de Derecho Constitucional.

México: UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas. Recuperado de: https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv/detalle-libro/345-sistema-representativo-y-democracia-semidirecta Macpherson, C. B. (1981). La democracia liberal y su época.

Madrid: Alianza Editorial. Recuperado de: http://fadeweb.uncoma.edu.ar/viejo/carreras/materiasenelweb/abogacia/derecho_politico_ll /biblio/unidad3/CB-Macpherson.pdf

Medina Nuñez, I (2011). Significados de la política en la Grecia clásica. Revista Internacional de Filosofía Iberoamericana y Teoría Social, 16(52), 13-37. Recuperado de:
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3709464

Pateman, C. (1970). Participation and Democratic Theory.

Cambridge: Cambridge University Press. Recuperado de: https://es.scribd.com/document/397678845/Participation-and-Democratic-Theory-pdf