GOBERNANZA CON PERSPECTIVA DE GÉNERO

Introducción:

La participación de las mujeres en puestos de representación política en México ha sido un hecho que ha robustecido la democracia en nuestro país. Si bien no ha sido fácil el ingreso de las mujeres a puestos de decisión política, porque sus derechos político-electorales que son derechos humanos han sido expuestos por diferentes prácticas que han obstaculizado su participación en la escena pública y política.

Hoy por hoy las mujeres se encuentran en diferentes escenarios donde hace 50 años era inimaginable, de hecho, que participen activamente en la academia, en la sociedad civil o en diferentes organizaciones de la sociedad civil incidiendo por la permanencia de los derechos humanos que se han ganado para las mujeres.

El siguiente documento está focalizado a analizar como la gobernanza opera desde la perspectiva de género, y el papel de las mujeres en el diseño de esta gobernanza que detone políticas públicas que favorezcan la igualdad de género, pero también a los grupos históricamente vulnerables como las personas de la tercera edad, personas que pertenecen a colectivos LGBTTQ+, personas con discapacidad, etc.


Encuadre

Para poder entender la perspectiva de género que es una herramienta analítica, es importante hacer referencia a la categoría género, que básicamente representa el punto de partida, entonces simboliza las ideas, creencias, comportamientos, responsabilidades, valores sociales, considerados como “obligatorios” y pertinentes para mujeres y para hombres en función del sexo con el que nacen. Se trata de una construcción social y cultural que define lo que se entenderá por femenino y por masculino, como si proviniera del sexo con el que se nace. (Facio, 1992).

De igual manera, es una herramienta que se focaliza en los distintos papeles (de producción, reproducción, de decisión) de las mujeres y hombres; el acceso diferencial a los recursos y al control de los mismos y sus necesidades específicas, sus intereses y problemas; y los impedimentos para la plena participación de las mujeres y de los hombres en las actividades ya sea de una política, programa, proyecto o participación en un ámbito social, político, económico, etc., y para la igualdad entre mujeres y hombres con respecto a los beneficios alcanzados.

Cuando se examinan los roles, las responsabilidades y las diferencias en la distribución de los recursos y el poder entre las mujeres y los hombres en contextos específicos, y el resultado de esta reflexión se documenta, es posible determinar dónde existen desigualdades e inequidades.

De acuerdo con Facio (1992) el análisis de género es un proceso analítico. Utiliza los conceptos de sexo y género como un principio organizador o una manera de conceptualizar la información. Ayuda a aclarar las diferencias entre mujeres y hombres en cuanto a la naturaleza de sus relaciones sociales y sus diferentes actividades diarias, a las expectativas en sus vidas.


Ahora bien, la misma autora nos comparte su metodología, la cual está compuesta por tres pasos:

Primero: consiste en evidenciar la discriminación, explotación, violencia y/o dominación que sufren las mujeres en todos los ámbitos del quehacer humano por lo que la metodología no parte de probar su existencia, sino que parte de que la discriminación contra las mujeres y las estructuras sociales que la mantienen son un dato fáctico.

Segundo: explicar de acuerdo con el contexto del que se parte que el concepto de género alude tanto al conjunto de características y comportamientos, como a los roles, funciones y valoraciones impuestas dicotómicamente a cada sexo a través de procesos de socialización, mantenidos y reforzados por la ideología, estructuras e instituciones patriarcales. Este concepto, sin embargo, no es abstracto ni universal, en tanto se concreta en cada sociedad de acuerdo con contextos espaciales y temporales, a la vez que se redefine constantemente a la luz de otras realidades como la de clase, etnia, edad, nacionalidad, habilidad, orientación sexual, etc.

Tercero: reflexionar que, si el modelo de la humanidad es el hombre, todas las instituciones creadas socialmente responden a las necesidades e intereses de éste y, cuando mucho, a las necesidades o intereses que la colectividad cree tienen las mujeres. De ahí, que sea importante distinguir entre “agregarle” a una política, programa, proyecto, ley o investigación el “componente mujer” y, por otro lado, incorporar la “perspectiva de género”. En el primer caso, no se cuestiona el androcentrismo que muy posiblemente esté en alguno de esos campos, dejando casi intactas las estructuras de género que mantienen a las mujeres subordinadas; mientras que, en el segundo, se cuestiona el paradigma de la política, programa, proyecto, ley y/o investigación, revisando quién es el sujeto de éstas y analizando las distintas maneras en que se manifiesta el sexismo.


Esta metodología de gran calado, pretende facilitar el entendimiento y la utilidad de la categoría género, pero sobre todo la perspectiva de género la cual nos permite tomar conciencia de la subordinación de las mujeres ante los hombres fundada en una desigualdad estructural.

Enfatizando esta definición, el concepto género como una categoría, como una herramienta, de la igualdad, si significado y su impacto, ahora presentamos a la perspectiva de género que es una herramienta conceptual y práctica que permite desarrollar propuestas metodológicas de análisis, con el fin de variar la forma de estas relaciones, que han derivado en discriminación, falta de equidad y falta de igualdad, poco acceso a oportunidades y al desarrollo, así́ como poco conocimiento de sus derechos como humanas.

La perspectiva de género constituye una forma de realizar y garantizar el derecho a la igualdad, en tanto nos permite mirar y ser críticos con el derecho, su aplicación y sus resultados para identificar los casos en que refleja relaciones asimétricas de género.

De igual manera, la perspectiva de género también se describe a través de la metáfora de las gafas violeta, que simbolizan que a través de ellas se esta visibilizando a las mujeres y a los hombres valorando sus diferencias, colocando principalmente que no por la diferencia sexual se va a discriminar a las mujeres.

Hemos visto conceptos valiosos que nos apoyaran a entender y reflexionar sobre el trato desigual que las mujeres y grupos históricamente vulnerables han experimentado por décadas. La discriminación es una forma de violencia y las mujeres lo saben a la perfección, porque ha sido la constante y a la hora de exigir sus derechos humanos, en este caso los derechos político-electorales y justamente el principal obstáculo para que las mujeres puedan ejercer sus derechos es la violencia política.

Por lo tanto, utilizar la categoría de género como análisis nos permite comprender las relaciones de subordinación dominación que existen entre mujeres y hombres. La desigual distribución de poder entre los sexos influye en la manera en que mujeres y hombres pueden desarrollar sus capacidades personales, profesionales y sociales.

En las siguientes líneas estaremos abordando conceptualmente a la violencia política y como su tratamiento se modificó gracias a la reforma de abril del 2020 y aparte de prevenirla, pero también sancionarla, porque todas las mujeres que desean participar en política o participan en ella están expuestas a experimentarla.


Gobernabilidad con PEG

Para el debido entendimiento sobre la gobernanza, es importante definir lo que es y sus alcances, de acuerdo con Waylen (2008) es un término escurridizo que tiene muchas definiciones dependiendo de quién esté hablando de ella y del contexto en que se le utilice; refiere a la toma de decisiones por parte de una gama de personas interesadas, incluyendo tanto a quienes ocupan posiciones de poder como a ciudadanas y ciudadanos comunes. Estas decisiones tienen un enorme impacto sobre las maneras en que las mujeres y los hombres conducen sus vidas, las normas que se espera que observen y las estructuras que determinan dónde y cómo trabajan y viven. Ver en el Informe general de esta Canasta básica más detalles de las varias definiciones.


La gobernanza se ha convertido en un concepto central que es utilizado por diseñadores de políticas y personas políticas a nivel local, nacional, regional y global, como también por científicos políticos y otros profesionales de las ciencias sociales. En vista de esta amplia gama de actores y de las múltiples instituciones y disciplinas en que se utiliza, la gobernanza es un concepto muy escurridizo y disputado en el que cada campo tiende a enfatizar algunas características asociadas a la gobernanza más que otras.

Si bien la gobernanza se compromete a ser el vínculo o puente entre la sociedad civil y el gobierno por lo que sin duda para las iniciativas que pretende corregir las asimetrías y desigualdades y esto ha sido gracias a la constante intervención de las mujeres que encuentran justamente en ese puente o tránsito, pero que al mismo tiempo de ser el componente que se encuentra en medio, es decir que son quienes inciden con el gobierno para la creación de una política pública (Weylen, 2008).


Elaboración propia

Con base en la ilustración anterior, la gobernanza cobra un papel protagónico, al ser el puente, del que ya hemos problematizado, por lo que si es importante reiterar que la gobernanza es por excelencia un proceso de intervención continua y activa de la sociedad civil, interactuando con gobierno, sector empresarial, academia y organizaciones de la sociedad civil (Benavente, 2014).

Bajo esa conciencia, es importante valorar la participación de la sociedad civil que son quienes establecen el dialogo con la voluntad del gobierno para activar la política pública que justamente a través de diagnósticos se puede saber los problemas públicos que aquejan a un sector de la población.

Finalmente, la gobernanza detona en que las públicas con perspectiva de género a nivel nacional permitan conocer cuáles son los antecedentes, alcances, limitaciones, errores, omisiones y aciertos; lo cual muestra que nos encontramos en un momento de la historia donde si bien existe una clara intención de transversalizar la perspectiva de género en los ámbitos públicos y privados, esta parece diluirse en la práctica de las políticas públicas.


Reflexiones finales

La gobernanza con perspectiva de género en México implica integrar la igualdad de género como principio rector en las políticas públicas, estructuras de poder, y procesos de toma de decisiones. Este enfoque busca garantizar que hombres y mujeres tengan acceso equitativo a oportunidades, derechos, y responsabilidades dentro de las instituciones y la sociedad en general.

En ese sentido, la gobernanza propone trabajo articulado entre el gobierno y sociedad civil, porque es importante estar en constante interacción a través de diferentes enlaces que comuniquen los requerimientos de la sociedad civil para poder trabajar respondiendo a las demandas ciudadanas, pues es importante aclarar que el estado dejo de ser esa figura excesivamente paternalista que asumía que todo lo pida resolver.

Finalmente, la incorporación de la perspectiva de género en la gobernanza para después intervenir en la formulación, diseño, implementación y evaluación de las políticas públicas no tendría que estar en discusión, debería de ser una realidad a nivel nacional, estatal y municipal. Con ello, estaríamos avanzando en hacer realidad la igualdad sustantiva o material para todas las mujeres, adolescentes y niñas, a fin de alcanzar la igualdad de resultados.